Aunque realmente no se conoce la fecha exacta de esta hermosa iglesia rondeña, se calcula que fue durante el siglo XV cuando se comenzaron las obras, que tardaron más de un siglo en finalizarse.
En nuestro paseo por el popular y bello barrio de Padre Jesús, al tomar la bocacalle que sale frente al Parador de Turismo y girar a la derecha, tras una empinada cuesta con aceras empedradas, nos encontraremos a la sombra de la Iglesia con el mismo nombre, junto a la Fuente de los Ocho Caños. Un pequeño “manantial urbano” del siglo XVIII. Situada en el centro de la plaza, se construyó en piedra y consta de dos cuerpos. En el inferior, hay que diferenciar entre dos frentes: en uno de ellos se observan los ocho grifos que le dan nombre a la fuente, mientras que el trasero es un abrevadero. El cuerpo superior es un frontón triangular, con escudo en el centro y rematado por una cruz en todo lo alto.
Es posible que la Iglesia de Padre Jesús fuera en sus orígenes una mezquita árabe, ya que posee una planta rectangular y 3 naves separadas por arcos de medio punto. Lo que antes pudo ser el minarete, es hoy la torre campanario del templo cristiano, rematada en una espadaña triple con almenas.
La nave central se cubría con armadura de estilo mudéjar y decoración de lazo de la que queda un resto en el coro, que está erigido a los pies sobre una armadura de madera plana cubierta con bóveda de cañón, del mismo modo que el presbiterio.
A los pies de la nave del Evangelio existe un camarín que conserva una riquísima decoración barroca.
Esta Iglesia alberga una de las imágenes más veneradas de Ronda y que sale a la calle cada Jueves Santo: Padre Jesús Nazareno.
