La belleza natural y autóctona son atributos irresistibles. En la provincia de Jujuy, Argentina, existe un paraíso de montañas áridas y quebradas imponentes.
El pueblo de Purmamarca, (en lengua Aimara, significa tierra inculta, no tocada por la mano humana, de allí que la traducción más adecuada en esta lengua sea «pueblo de la Tierra Virgen») emplazado sobre la Ruta Provincial Nº 16, a 4 km al oeste de la Ruta 9, a 65 km de San Salvador de Jujuy y a 22 km de Tilcara, es un lugar de encanto. Quizás sea el más pintoresco y encantador pueblo de la quebrada de Humahuaca aunque geográficamente pertenezca a otra quebrada transversal homónima, rodeada por sierras multicolores. La ancha Quebrada de Purmamarca, semeja un gran valle frente al río Grande. Son típicos los cardones del ecosistema de los cerros y dan una característica propia a la región. Igualmente, es un destino cómodo y de fácil acceso.
El entorno de Purmamarca es bellísimo: el cerro de los siete colores y el río Purmamarca, se suman a la imponente belleza de los cerros «Rojos» del Paseo de los Colorados, que se transforma en un recorrido obligado para todos. Esta experiencia se puede realizar en vehículo, o a pie. Se ingresa desde la entrada del pueblo, son 4 km y para peatones, existen caminos secundarios y cortadas.
Además, desde el mismo pueblo parten tours hacia las Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc , una verdadera reserva aviaria donde pueden observarse flamencos rosados. En tanto, todos estos tours atraviesan la cuesta del Lipán, que ya es en sí un atractivo turístico de naturaleza majestuosa. Otro paseo imperdible es la Feria Artesanal, que funciona en forma permanente. Allí se pueden apreciar ciertos rasgos autóctonos que todavía siguen vivos. Y a poca distancia hacia Susques, está el Yacimiento Arqueológico de Huachichocana.
