A veces es necesario alejarse de la rutina, de los ruidos molestos, de la televisión, la radio o la computadora; a veces nuestro alma pide a gritos un descanso, nuestra mente necesita relajarse, y nuestro cuerpo reclama vacaciones.
En esas ocasiones en las que ya no hay vuelta atrás, y en las que nuestra vida cotidiana necesita una tregua, la única solución es tomarse un respiro lejos de la ciudad.
Encontrar un buen destino no es cosa fácil, teniendo en cuenta que lo que uno está buscando es paz y tranquilidad, pero por suerte aún existen lugares que proporcionan estos requeridos beneficios: entre ellos, camino al sur de la Argentina encontraremos una hermosa ciudad llamada Puerto Madryn.
Ubicada en la provincia de Chubut, esta pintoresca ciudad fue en su momento la puerta de entrada y salida a la colonia y, a medida que la ciudad fue creciendo, su puerto y su estación ferroviaria cobraron aún más importancia.
La explotación turística del lugar comenzó alrededor de los años ´60, teniendo que ver en este incremento de la actividad la instalación de una gran cantidad de industrias. En los años ´70 es posible ubicar el mayor crecimiento de Puerto Madryn, ya que su población se duplicó, se multiplicaron las radicaciones industriales, y se extendió la ciudad con el objetivo de albergar a una gran cantidad de familias de diversas procedencias, entre los que se encontraba una gran cantidad de extranjeros.
En cuanto al área turística, los lugares más recomendables a la hora de visitar Puerto Madryn son muy variados, contando entre ellos la Península de Valdés (nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999), hogar de ballenas francas, elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas, numerosas especies de fauna terrestre, y aves marinas; Punta Loma, que es una de las primeras reservas de fauna del sistema de conservación de la provincia de Chubut; y también los atractivos museos que se encuentran en la ciudad.
Puerto Madryn se ha convertido en uno de los destinos más visitados por quienes desean una vacaciones tranquilas y fascinantes, y la magia del lugar lo convierte en un paraje único.
El avistaje de las ballenas en Península de Valdés es un espectáculo único, se los recomiendo a todos los que visitan Argentina.
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