Buenos Aires, una ciudad que ofrece matices de todo tipo

a-la-b.jpg
Las callecitas de La Boca, aquellas a la que tantas veces les cantó Joaquín Sabina, con sus casas de colores, la gente del barrio siempre amable y solidaria, la postal del Riachuelo de fondo. San Telmo, con la bohemia a flor de piel, lleno de artesanos que ofrecen a precios accesibles sus propias obras. Palermo, bares, pubs, restaurants, las mejores ofertas para salir a cenar y disfrutar de una cena romántica.

Buenos Aires está lleno de lugares mágicos, impregnados cada uno de los rasgos de su cultura. No nos alcanzaría ni un libro de mil páginas para explicar y contar de qué va cada lugar emblemático de esta bellísima ciudad, pero intentaremos hacer un repaso por los lugares que un viajero ávido de aventuras y nuevas emociones no puede dejar de visitar cuando se encuentra en Buenos Aires.

Retiro y Constitución son dos lugares que nos permitirán entender a pleno el funcionamiento de la ciudad. Gente que viene y que va, para llegar a la oficina, a la obra, a la escuela, a cualquier lugar. Ruido de buses, de trenes, el subterráneo corriendo por debajo… De todo sucede en estos dos puntos estratégicos que, aunque bastante convulsionados de gente y de tráfico, nos mostrarán de la manera más fiel y práctica de todas cómo es vivir al ritmo de Buenos Aires. Claro que también encontraremos lugares tranquilos, para ejercitar nuestro ocia y disfrutar de paz y un bonito paisaje. Para esta última opción, Plaza Francia, ubicada en el corazón de Recoleta, es el lugar indicado. Espectáculos a la gorra, plazas que se acomodan una al lado de la otra, y un paz digna de cualquier ciudad alejada del bullicio.

Buenos Aires es así, frenético, lleno de locura… Pero ofrece matices para todos los gustos y es una ciudad que nadie debe dejar de recorrer. Ya lo dijo Joaquín: “Buenos Aires me mata”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *