Si estás por viajar a Argentina, o ya te encuentras aquí no debes perderte este destino turístico por excelencia, en donde descubrirás una de las historias mas apasionantes de épocas pasadas. Primeramente viajas a Ushuaia y la recorres, entonces te haces una escapada hasta el penal y te asombrarás con este destino tan notable. Hagamos un paseo virtual a modo de adelanto:
En 1884 se construyó en la fueguina Isla de los Estados, el faro de San Juan de Salvamento (apodado el Faro del Fin del Mundo),al mismo tiempo, y en la misma bahía se levantó una cárcel militar. Que se trasladó luego a Puerto Cook, dentro de la misma isla, en marzo de 1899 se creyó conveniente reubicar esta carcel en la Isla Grande de Tierra del Fuego, a los efectos de prevenir las enfermedades provocadas por la extrema humedad y frío de la isla. Y dado que esta carcel no contaba con la infraestructura para el trabajo de los prisioneros, hacía improductiva su prisión; la mejor dotada Isla Grande permitiría destinarlos a cumplir tareas de forestación y minería.
Frente de la Carcel del Fín del Mundo (hoy museo)
El 30 de noviembre de 1902 36 de los prisioneros fueron llevados a la Isla Grande, con la mayor parte de las instalaciones, con el objetivo de preparar el edificio definitivo del penal. Iba con ellos el jefe del presidio, y quince soldados destinados a su custodia. Una semana más tarde, los 83 presos que permanecían en Cook se amotinaron, y 51 de ellos escaparon en los pequeños navíos disponibles en la isla. El motín de Puerto Cook finalizaría en desastre para los huidos: siete de ellos murieron, y 39 fueron apresados por Enrique Fliess, el teniente de fragata encargado de la base militar, o por Horacio Balivé, que capitaneaba el ARA(Armada República Argentina) Azopardo, un buque de la Armada que llevaba material para el nuevo faro en construcción en la Isla de Año Nuevo. Capturados y juzgados nuevamente, fueron finalmente trasladados a Ushuaia.
Vista del interior de la carcel
Otra sombría vista del interior de la carcel
Cabe señalar que esta famosa carcel, hoy museo histórico, fue alojamiento como presidiario, del primer criminal en serie de la Argentina. Hombre nacido en el año 1896 y que luego de innumerables crimenes fué a dar con sus huesos a este austral presidio. Estamos hablando del tan nombrado «Petiso Orejudo» cuya foto pueden observar aqui y cuya apasionante historia encontraran haciendo clic en este enlace: Petiso Orejudo.
