Convento e Iglesia de la Merced – Museo del Queso y Vino

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Si buscamos la máxima expresión barroca de Trujillo, nos dirigiremos hasta el Convento Iglesia de la Merced, edificio con mucha historia que hoy en día está adaptado.

Cuando nos detenemos ante la puerta, nos fijamos en el medio punto entre pilastras y la decoración de cuadrados y rectángulos, guirnaldas y racimos, todo muy barroco. Sobre ella destaca el escudo de la Orden de la Merced (4 barras y una cruz blanca), quienes, tras muchas oposiciones y dificultades en el camino, consiguió instalarse en Trujillo en el siglo XVII y se convertirá éste en el último convento de frailes que se funde en la ciudad. Se cierra la entrada con una artística y hermosa puerta de madera fenomenalmente labrada con la cruz mercedaria

La Iglesia es hoy propiedad del Ayuntamiento y empleada como almacén para guardar todo tipo de productos relacionados con la cultura gastronómica de Trujillo.

Pero este espacio religioso esconde un secreto. Y es que, ahora, alberga uno de los mejores y más típicos museos de la zona: el Museo del Queso y del Vino. En Trujillo se celebra desde hace ya más de 30 años la feria nacional del queso y se ha convertido en toda una tradición.

Por otra parte y a pesar de las reformas del interior del convento, hay que decir que la estructura original del edificio está intacta: una escalera de 4 tramos, un claustro sencillo pero muy elegante, capiteles de estilo clásico, etc.

Como verdadera fan de la comida extremeña, sus productos típicos y el arte barroco, la entrada a este museo de exquisiteces es una obligada visita en mi itinerario por Trujillo.

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